PRELUDIO
y entonces…
una
estela ,
abandona
caprichosamente el horizonte,
y tornan plata,
y tornan plata,
trenes invisibles.
y tus manos…
tus manos,
no alcanzan la inmensidad.
aún poseo su esencia.
tejen mi destino.
aún poseo su esencia.
tejen mi destino.
pero ya no sueño lo imaginable.
el sur no es tan joven
y aquellos
acordes,
otrora
bellísimos,
destilan
hoy dolor y cansancio.
el afirmativo, no existe.
el tal
vez , es un esfuerzo,
y lo habitual,
un
difícil por alta ocupación.
y los sueños…
los
sueños,
extraviados
en
alguna furgoneta indolente,
se
transforman en bruma de magnolia.
y así estamos,
mi querida…
en el principio de la nada.
después, el viento.