pienso en tus días,
y aún son las once en punto.
cerrada la esperanza,
y el miedo abierto,
deseo volver a ese lugar,
y nunca,
nunca será mañana.
tras el espejo,
otras vidas gritan, sal!
y solo,
solo con morir, no basta.
tortura de llorar su propia muerte.
no quedan respuestas ya.
los demonios,
al fin
se han dado
por
vencidos.